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  • Foto del escritorCintia Canto Ianni

¿Por qué hotelera?

Cuando eres niño la pregunta tipica es "¿Y que querés ser cuando seas grande?" Supongo que la respuesta correcta seria "Ser la mejor versión de uno mismo". Cómo siempre digo "Hay que hablar con propiedad". Entonces la pregunta correcta seria "¿A que te querés dedicar cuando seas grande" ¡Bingo!. Yo quería ser diseñadora de modas (siempre fui muy creativa). Después quise ser diseñadora gráfica (era muy buena dibujando). Finalmente a mis 18 años comencé a estudiar Diseño de Modas e Indumentaria en la FAECC. El primer día en una charla en el auditorio, el rector de la facultad dijo una frase que a día de hoy no se me borra: "Uno no elige la vocación, la vocación lo elige a uno", en ese momento tuvo sentido para mi, pero digamos que soy algo ... ¿multifacetica?



Hay una gran diferencia entre estudiar para complacer a alguien más que hacerlo porque en verdad querés. Me cuesta decir que NO, un pequeño defecto que en algún momento tendré que trabajar, aunque alguien me dijo una vez que podía ser una aspecto positivo, quien sabe. En fin, en 2011 me hizo el click y decidí estudiar la Tecnicatura en Turismo. Si bien me nutrí enormemente, no me di cuenta del llamado de mi "vocacion", hasta que en 2013 en una visita al entonces Caesar Park (hoy M Gallery) lo escuché claramente. Cómo si ese llamado interno no hubiera sido suficiente, Gladys Maciel, mi profesora , me dijo literalmente "Vos tenés que estudiar hoteleria", y cómo les conté que tengo el SÍ fácil, con mucho gusto acepté el desafio. Recuerdo también que lo que me deslumbró del hotel fue el lujo, todo perfectamente cuidado y reluciente. Dicen que la primera impresión es la que cuenta ¿Cierto?


Soy la clase de persona que siempre quiere ir por más. Siempre digo que hay que ser un poquito ambicioso en la vida, y por ambicioso no me refiero a avaricia, sino a algo interno, a algo que te mueva, que te motive. Viajar me motiva. La hoteleria me ha posibilitado trabajar en sitios como: una isla, en Florianopolis (Brasil), conocer la cordillera y sus maravillas, en Villa La Agostura, atravesar horizontes y subir hasta lo alto en El Colorado (Lo Barnechea - Chile) y volver de nuevo a la Patagonia siendo recibida por la cálida bienvenida de las ballenas en Peninsula Valdes. Lugares paradisiacos, de cuentos, lugares con esencia única ...


En hoteleria te enseñan que el pilar fundamental (además de aspirar a la calidad de servicio) es la "vocación de servicio". Otra vez esa palabra: "vocación". ¿Qué es para mi la vocación? Una huespéd suiza me lo dijo una vez muy claro "Se nota que trabajas con el corazón". La vocación no es algo que en mi opinión sea algo que pueda ser forzado. Es más SER que EGO. Se puede llevar muy bien la teoría a la práctica, eso no lo dudo, pero si lo que haces no te satisface, no te apasiona, entonces estás en el lugar equivocado.


No he entrado en detalles, pero les comento que siempre he trabajo en estructuras pequeñas ¿Y que pasó entonces con el lujo del 5 estrellas? El deslumbramiento sólo dura un poco, porque cada vez estoy más convencida de que un hotelero es un servidor, y con servidor no me refiero a siervo, no. Somos anfitriones.


No quiero ponerme a cuestionar a las grandes marcas por apuntar al lujo como sinónimo de "sentite como en tu casa", porque independientemente de que uno quiere dormir en una cama super cómoda y despertar ante un paisaje deslumbrante, lo cierto es que muchas veces, las personas somos más simples de lo que parecemos. A mi mente vienen apuntes en los que te enseñan el paso a paso de cómo realizar un Check-In o un Check-Out, pero ninguno te habla de como hacer al huésped sentirse como en "su casa". Creo que parte de la "vocación" es que ésta no viene con un manual de uso ¿Y entonces cómo funciona? La receta perfecta en mi caso seria EMPATIA+SIMPATIA+CORDIALIDAD+SER AMIGABLE. No me pregunten cuantos gramos de cada uno, porque en cuanto a medidas, siempre es a ojo lo mio. Jajaja ...


Juta from Alemania y yo. Ambas felices tal cual niñas por el pinguino que vino de visita a las costas del Golfo Nuevo. No sé los expertos en el tema, pero a los huéspedes también les resulta sumamente enriquecedor compartir experiencias con nosotros los anfitriones. Nunca olvidaré la alegría compartido y el cálido abrazo de Juta que no daba más de tanto alegria por ver a uno de sus animales favoritos en el mundo.


El protagonista de la tarde. Toda una super estrella al mejor estilo de Hollywood.


Lo que quiero decir es que a veces hay que salir un poco de las estructuras, de los manuales. Me encanta recibir a los huéspedes con una sonrisa de oreja a oreja, y no es algo forzado, me emana. No lo puedo evitar. "¿Cómo estuvo su día?" "¿De dónde vienen?" ... Quizás me van a correr con antorchas y tridentes por lo que voy a decir, pero bueno, tendré que prepararme para correr, pero para hacer sentir a un huésped como en casa, primeramente hay que hacerlo sentir como parte de una gran familia. Esto no te lo enseña ningún manual. Podés recibir a un huésped con el mejor de los decoros, pero si todo lo demás es pura frivolidad, entonces lejos están de sentirse en casa. Hay veces hay que ser más flexibles y salirse de ciertos prototipos.



Carry and Martin from Alemania. Okey, el pueblo alemán me ama, no hay duda ... ¡Jajaja! Hay ocasiones en las que no todos los días es un buen día, y también personas que dejan su impronta. En esos días no tan buenos, Carry y Martín me recordaron porque lo que hago es importante, y porque estoy en uno de los mejores lugares del mundo. Cada noche estos amigables huéspedes siempre encontraban alguna excusa perfecta para entablar una charla, una conexión ¡Hasta tuvimos una mini clase de palabras típicas argentinas y gastronomía!


Tengo la dicha de que mi formula funciona. Me llena de gratitud ver como a mis huéspedes se les ilumina la cara cuando pregunto sobre su día o su país, o como nace de ellos buscar una excusa para compartir su día o incluso hasta sus historias de vida, ¡y ni hablar cuando te despiden con un cálido abrazo!

Entre mis tantas cualidades, la curiosidad y el aprendizaje, me mueven constantemente. Lo interesante de conocer a las chicas, es que Ceci es paleontolologa. Cuando me lo dijo fue cómo Wow! I can´t believe it! Fue increíble aprender de primera mano sobre las etapas de evolución del pasado prehistorico. ¡Hasta me enteré que hubo lagos en la Peninsula!


¿Puede representar una desventaja tanta amiga-bilidad? Todo lo bueno que das, siempre se triplica. Las personas no se aprovechan sino que lo agradecen y en cierta medida una parte ellos se apena por no poder seguir prolongándolo ¡En algún momento hay que volver! Lo importante es que se llevan otra experiencia, sintiéndose parte de algo, sintiéndose valorados y apreciados, habiendo tenido las mejores vacaciones de su vida.


Jazmín, Camilo y Emma, o como me gustaba llamarlos "el escuadrón perruno". Junto con sus mamás Flor y Ceci, estos encantadores huéspedes cuadrúpedos, estuvieron alojados cerca de dos semanas. Ellos sin lugar a dudas se sintieron cómo en casa. Tampoco encontré algún manual que me enseñara a cómo tratar a estos amiguitos. Yo creo que la simpatía fue mutua, que el instinto nunca falla, y que sin dudas se sintieron cómo en casa, al menos, con su amistosa actitud, se encargaron de hacérmelo saber.


¿Y que pasa con aquellos que no son tan amigables? ¡Qué gran pregunta! ¿Donde descargo el PDF con el instructivo? Por empezar, hay que entender una regla básica " no hay una regla básica". Lo peor que un hotelero puede pensar es que si un huésped puede parecer no muy amigable, es algo personal. Cada persona es un mundo. Cada uno con sus propias exigencias o quizás pasando una mala racha (vuelo retrasado, viaje agotador, experiencias previas no muy gratas previo al arribo; etc). Todos somos humanos y merecemos un mínimo de compresión. Tratar con hostilidad a alguien que no está de buenas, nunca es una buena combinación. Dicen que siempre hay que esperar a que las aguas se calmen, y si no fuera el caso, seguir siendo cálido y profesional y déjenme decirles que al final siempre funciona. Porque cuando hay buena voluntad, eso se percibe, se ve, y al final quién persevera, triunfará.


¿Por qué hotelera? Porque estoy en el lugar correcto, con la gente correcta. Porque como escuché en alguna ocasión "Cuando haces lo que te gusta, se nota. Cuando no, se nota más". Por fortuna, gozo del lujo de hacer lo que un día mi vocación me llamó a hacer...

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