Como ya es costumbre, siguen las salidas culturales. Poco antes de llegar al MAAM (Museo de Arqueológia de Alta Montaña), le comento a Edu que llevo esperando éste momento desde el primer año de la carrera de turismo (en 2012). Le comento que fue gracias a la carrera que conocí sobre la existencia de las Momias del Llullallaico, también conocidas como los Niños del Llullallaico.

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Para no enredarlos con muchos datos trataré de hacerlo lo más sintético posible, si es que puedo. Las momias del Llullallaico son conocidas por éste nombre, ya que en el año 1999 un grupo de arqueólogos de la National Geographic las descubrieron en la cima del volcán Llullallaico en el limite próximo con Chile del lado argentino, más específicamente en la provincia de Salta. Dichas momias están conformadas por tres niños: la niña del rayo (6 años de edad al momento de su muerte), quién recibe éste nombre porque su rostro, parte del cuerpo y ajuar fueron quemados por un rayo. La Doncella (15 años) y el niño (7 años).

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¿Qué tienen de especial éstas momias? Pues bien, por una parte son momias incaicas que a diferencia de las egipcias, estos niños fueron concebidos como sacrificios humanos para los dioses. Cómo si esto no fuera suficiente, lo espectacular de estos niños se debe a que más allá de sus más de 500 años de antigüedad son las mejores conservadas (hasta ahora halladas) en el mundo. Los tres niños aún conservan sus órganos internos aún intactos, dientes, cabellos y grasa bajo la piel. 

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Durante el recorrido se exhiben el ajuar hallado con los niños, videos documentales, lineas de tiempo y muestras fotográficas. La frutilla del postre es la exhibición de uno de los niños (no se exhiben los tres en simultaneo). Eso si, previo a esto hay una especie de muro de vidrio que explica que a partir de allí se puede ver a la momia o bien, quién no se sienta a gusto puede llegar hasta allí y retroceder. Son entendible todos los puntos de vista, desde el que no está de acuerdo (por ejemplo a nadie le gustaría que saquen a su abuelita de su tumba y la exhiban para entretenimiento), pero por otro lado no deja de ser fascinante el conocer la historia de estos niños que están mejor conservados que mas de un vivo.

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En mi caso me tocó ver a la Niña del Rayo. Ésta está dentro de una capsula a 22 grados bajo cero, monitoreada en cuanto a los niveles de húmedad y bajos niveles de oxigeno. Por sus características y por lo que guarda, el MAAM es un museo único en el mundo y una de las paradas imperdibles en su visita por Salta.

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A tener en cuenta:

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• No se permiten tomar fotografías ni filmar.

• Abierto de martes a domingo de 11:00 a 19:30 hs.

• Tarifas (a mayo de 2018): AR$ 130 extranjeros, AR$100 residentes argentinos, AR$ jubilados/ estudiantes/ residentes salteños. Menores de 12 años gratis.

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